El Coro y el Órgano de la Iglesia de Santa Ana (Rioja)
EL CORO

Esta obra se llevó a cabo al tiempo que se realizaba la tercera fase que consistió en la construcción del último tercio o cuerto de la Parroquia. El remate para las construcción del coro se la adjudicó al maestro de obras D. Pedro Aguirre de Corella, según escritura otorgada por D. miguel de Oñate y cuyo presupuesto original fue de 3.000 reales. Se realizó en el último cuarto del siglo XVII. Cabe destacar -además del órgano- la magnífica sillería de madera de nogal que data del año 1756 de estilo renacentista con adornos de flora en relieve. Costó 2.663 reales. La? última obra importante que se hizo en el Coro fue la colocación de dos magníficas vidrieras. La balaustrada que se retiró de los púlpitos se colocó en el antecoro. Se colocó en la entrada del coro un estupendo armario y en el suelo del mismo que estaba un tanto estropeado, se colocó un terrazo muy fuerte. En el antecoro se venera desde entonces un hermoso Crucifijo. Todas estas obras se hicieron en 1962-64. En 1925-30 desaparecieron en la parroquia los coros de hombres y mujeres y a partir de entonces D. Ernesto, entonces párroco de la Parroquia comenzó una labor muy meritoria para educar a los niños que fueron los sustitutos y cantaron las Misas, Vísperas y otros cánticos litúrgicos. Se escucharon en nuestro coro Cantos gregorianos y cánticos en latín en las Semana Santa, el Tedeum y el Miserere etc. En los años 90 volvieron los cantores adultos formando el grupo de Auroros “Campanilleros”.
EL ÓRGANO
Este magnífico insstrumento fue instalado en la Parroquia en el año 1709. Fue construido por D. Joseph Mañeru de La Villa de Lerín en Navarra y su coste aproximado fue de unos 9.500 reales. Artísticamente responde al período de transición con profusión ornamental de grutescos? y figuras muy bien diseñadas de ángeles desnudos. Fue traído a Cervera en 16 caballerías mayores. Sustituyó a otro órgano que se había colocado a finales del s. XVI. Tras sesenta años se decide dorar la caja del mismo
. Ha sufrido bastantes reformas y no todas acertadas a lo largo de estos siglos. Sin embargo en el año en 1933, el párroco de Santa Ana D. Ernesto Armentia, ante la poca sonoridad que desde hacía tiempo se percibía, encargó a los organeros Amescua y Cía Azcoitia la restauración del mismo, que más bien fue una renovación. Se le introdujeron todos los adelantos de aquellos tiempos, como movimiento por aire automático, motor eléctrico en lugar de ser accionado a mano el fuelle, retiraron la trompetería horizontal, colocaron dos nuevos registros de Gamba y Voz celeste y cambiaron la consola. La obra costó 18.676 pesetas.
En 1954 el párroco D. Domingo Lázaro encarga al organero D. Ignacio Eguiguren de Azpeitia una reparación a fondo del órgano y la descripción que dio de él tras la acertada reparación fue la siguiente:
“Es de un solo teclado manual de 51 notas y pedalier de 15 notas.Tiene teclado traspositor lutado con y nueve registros, flaut de ado con tubos de 16 pies, violón de 8 pies, gamba de 8 pies, celeste de 8 pies, octava de 4, quincena de 2, trompeta de 8, calrín de 4 y contras (registro para pedalier) 16.
La tubería es casi en su totalidad de cuando fue instalado, menos las Gamba y la Voz celeste que fueron cante luego colocados en la última reforma, lo mismo que el fuelle el motor y la Consola o pupitre. La totalidad de la tubería es de 396 tubos y no tiene trompetería exterior.
El motor ventilador eléctrico silencioso de la Casa Mendiger-Bale (Suiza) está aplicado al fuelle cuya construcción es del sistema Coumins con pliegues entrantes y salientes. El órgano es de funcionamiento mecánico salvo el accionado de los registros que se hace por medio de unas plaquetas del sistema moderno neumático. Todo el instrumento es expresivo y lleva tres enganches de pedal, uno de los bajos del pedal al teclado, otro par accionar el trémolo y el tercero para sacar todos los juegos del órgano a la vez. Tiene además la palanca o pedal de expresión“. Todo el instrumento está incluido en un mueble monumental que contribuye al ornato y embellecimiento del templo parroquial. Artísticamente responde al período de transición con profusión ornamental de gratesco y figuras muy bien diseñadas de ángeles desnudos.
En el año 1992, el párroco de Santa Ana, ante las deficiencias que volvía a presentar el órgano contactó con los hermanos Alejandro y Agustín Usubiaga Astiazarán de Hernani (Guipuzcoa) quienes realizaron una perfecta y laboriosa reparación y limpieza del órgano consiguiendo poner a punto lo que existía de origen, introduciéndole alguna mejora y recuperando además el sonido el sonido que es definitivamente el que se percibe.
Los organistas de este instrumento han sido varios: D. Domingo Guzmán Gómez desde 1887 a 1937, fue al mismo tiempo sacristán y entró por oposición, posteriormente se ofrecieron voluntariamente Dñª Mª Pilar y Dñª Castora Pérez Coloma durante 57 años cubrieron la vacante. Finalmente entró también de modo desinteresado Donato Orte, un gran profesional.