Isis Láctea. 1996
Esta obra performática, fue realizada en el Pirineo Catalán en el Centre D'Art i Natura, durante un intercambio cultural de verano con artistas de otros países promocionado por la UNESCO y la CEE.
Se trataba de reflexionar sobre el concepto de Paisaje Vertical, condicionada por la presencia de un antropólogo y de un astrólogo que nos mostraba por el telescopio el cielo nocturno, contábamos también con un pequeño microscopio. Es a partir de esta dinámica que busco un modo de relacionar el macrocosmos con el microcosmos y la antropología.
Mi proyecto Isis Láctea es una abstracción que parte de la representación de un objeto de culto "Isis Lactante", una figurilla votiva del mundo egipcio adaptada, de una forma libre, al mundo contemporáneo y a las condiciones del lugar de realización. La Isis egipcia nutre las horas, mi Isis propicia un acercamiento poético de las distancias infinitas con la leche constelada (Vía Láctea) como nutriente. Isis Láctea pretende ser un lugar de encuentro del macrocosmos y el microcosmos a través de un objeto de carácter antropológico, una chimenea con forma trapezoidal que es la más antigua del lugar. Su forma se comprende dentro de la tradición arquitectónica de Farrera, en el Pirineo catalán.
Esta chimenea podía servirme para representar la idea de matriz y crisol, una abstracción de un elemento feminino que, en conjunción con el ojo egipcio tallado en la piedra, funcionaría como exvoto abstracto de la Diosa Isis y como altar oferente.
En esta piedra/ojo, incluyo leche como una referencia a la Vía láctea y a la maternidad, esta leche es hervida con el fuego del crisol y el resultado pasa al microscopio, en el que descubrimos un pequeño universo de extraños planetitas. En esta dinámica lúdica, confluyen las distancias cósmicas con las micróscopicas, hecho que se verá reforzado con la ayuda de la recreación fotográfica del nuevo universo.
Mi acción en el pequeño pueblo de Farrera, entronca con una antigua costumbre prerromana hispánica que consistía en realizar ofrendas a los dioses en diversos lugares de la naturaleza en los que no había templos edificados, allí ofrecían objetos o fragmentos de cuerpo humano para pedir que sus anhelos se realizasen. Mi deseo era ampliar las dimensiones de la iconografía femenina con esta pequeña abstracción.